
En mi anterior posteo expresaba que la crisis de representativa que sufre el campo nacional y popular se debe resolver con urgencias propias de la realidad. Una realidad materializada en el proyecto de disolución nacional y desintegración social que ejecuta el actual gobierno nacional y que, sin maquillaje alguno, evidenció con su llamado a firmar un denominado Pacto de Mayo, lo que en realidad es el nuevo estatuto del coloniaje que se cierne sobre nuestra Patria.
En la Parte 1 de este titulo expresaba que los intereses de ese colonialismo corporativo expresado por el Poder Económico local y sus socios externos tenia como único fin garantizar una mayor concentración de riquezas en sus manos y para ello requería políticas que produjeran achicamiento del Estado, desinversion en educación, salud, obras públicas, disminución de salarios y jubilaciones, desempleo, desregulación de toda actividad económica, endeudamiento externo, todo sujeto a una primarización productiva de la mano de la explotación de nuestros recursos naturales. Ese es el proyecto de país engendrado por el Poder Económico. Esa es la Argentina que pretende el colonialismo corporativo.
También exprese que la caída de la llamada «ley ómnibus» podía generar confusiones sobre la conducta de algunos espacios políticos, los que no tuvieron «un repentino ataque de conciencia nacional y popular». Seguramente sus tránsitos y decisiones, camino al Pacto de Mayo , lo confirmará.
Dicho esto, vayamos a lo primero:
LOS INTERESES NACIONALES Y POPULARES.
Así como detalle el modelo de país que representa los intereses del Poder Económico, vamos a hacer lo mismo con el modelo antagónico, representativo de los intereses de la Nación, para su desarrollo, y del pueblo, para su bienestar.
Recursos naturales al servicio del desarrollo económico y social, industrialización, inversión en infraestructuras, políticas economicas orientadas con sentido de soberanía e independencia, integración regional, desarrollo del mercado interno, fortalecimiento de los sistemas educativo, sanitario y científico, protección de derechos laborales, económicos y sociales y un Estado garantizando los servicios de justicia y seguridad y propulsando una estructura socioeconómica justa y equitativa. Esas son las ideas fuerzas que representan y conjugan los intereses nacionales y populares.
Pasemos ahora a desarrollar el contenido del titulo de este escrito.
¿QUIEN REPRESENTA ESOS INTERESES?
Dos preavisos: en primer lugar les adelanto que si alguien de ustedes espera que encarne esa representación en una o varias, personas, no lo voy a hacer. En segundo lugar no los puede sorprender que lo que van a leer a continuación este impregnado de peronismo. Mi identidad política siempre ha sido siempre expresada ya que por conciencia nacional, procedencia popular y convicciones personales entiendo que el cuerpo doctrinario del peronismo representa esos intereses nacionales y populares.
Y a dos hechos concretos, históricos, me remito para mantener esta aseveración.
1- A contramano de ese sentido inoculado sobre vastos sectores de la sociedad por la «producción de ignorancia» (tema sobre el cual ya me referí en entradas anteriores), no hay un solo dato objetivo en indicadores sociales, políticos y económicos que indiquen que se hayan lesionado la soberanía y la independencia nacional o el bienestar popular mientras el peronismo gobernó, ya sea con Perón en vida o en el periodo 2003/2015. Obviamente gestionando con ese ideario doctrinario como norte. (Entiendo que no hace falte que repita mis consideraciones sobre los gobiernos de Menem y Alberto para explicar porque no los incluyo como gobiernos doctrinariamente peronistas.)
2- La representación de los intereses nacionales y populares se sitúa en las antípodas de los intereses del Poder Económico. Confrontar con sus privilegios de clase es el detonante para ser convertido en el enemigo a destruir a como de lugar. Si el rastreo histórico del punto 1- resulta fatigoso para cierta pereza intelectual, puede servir apelar a la memoria, personal y/o familiar, para que la realidad haga ver cual fue el espacio político mas perseguido y reprimido durante los últimos 68 años por las terminales políticas, mediaticas y judiciales de esa minoría elitista, oligarca, liberal y reaccionaria que conforma el Poder Económico. El bombardeo a Plaza de Mayo, los fusilamientos de Valle, Cogorno y otros 30 militares y civiles y los 30.000 detenidos-desaparecidos no fue joda.
Y si, habrá que darle la razón a don Machado: “NUNCA ES TRISTE LA VERDAD, LO QUE NO TIENE ES REMEDIO”
Abro paréntesis [Ese espacio político odiado, perseguido y reprimido por el Poder Económico es siempre el mismo, solo que ahora utilizan la palabra «kirchnerismo» para no agredir y poder blanquear con alfombra roja a sus nuevas terminales políticas, llámense Pichetto, Schiaretti, Randazzo y tanti altri] Cierro paréntesis
Ahora bien, entiendo, siempre lo entendí con concepción movimientista y no partidocratica, que el campo nacional y popular excede al peronismo, ya que sus banderas irrenunciables de Justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política sintetizan el objetivo político de otros espacios de pensamientos. Sin ninguna duda que sectores identificados con la izquierda, con el desarrollismo, con el nacionalismo económico, con el conservadurismo popular de algunas provincias, con el radicalismo en sus vertientes yrigoyenista y alfonsinista democrática, ocupan un lugar en el movimiento nacional y popular.
Expresado esto, resumo: Justicia Social, Independencia Económica, Soberanía Política son la síntesis del pais y la sociedad a construir, con una gestión de gobierno que tenga al Estado interviniendo para el desarrollo económico, redistribuyendo los ingresos nacionales a favor de las mayorías, haciendo previsión social con el principio solidario de que donde hay una necesidad nace un derecho son el conjunto de ideas que representan los intereses nacionales y populares. Y así lo entienden el 37% de votos de la primera vuelta 2023, votos que son los genuinos políticamente y aumentados con otro 7% en el ballotage.
Ya se, ustedes dirán que eso es puro peronismo. Y si, yo los puse sobre aviso. Además si conocen otra expresión de los intereses nacionales y populares avísenme, así los adopto.
Otra vez paréntesis [Quiero referirme a la dirigencia de los espacios de izquierda, con la sana intención de que sumen sus esfuerzos a la reconstrucción de la unidad de ese campo nacional y popular del que forman parte. Pasan las crisis socioeconómicas provocadas por el Poder Económico, los sectores vulnerados se acrecientan en su condición de excluidos de toda exclusión, sin embargo lo que crece políticamente en la sociedad no es la izquierda, sino su antítesis., que expresa a oligarcas, liberales y reaccionarios. ¿No habrá llegado la hora de repensarse?] Cierro paréntesis.
Ahora explico porque no voy a dar nombres de quienes pueden representar los intereses de la Patria y de su pueblo.
La dirigencia política surgida del campo nacional y popular, con honrosas excepciones que tampoco voy a nombrar, ha abandonado mayoritariamente el único objetivo legitimo de la acción política: lograr el bienestar general. Se han convertido en el garante del estado de situación que condena a inmensos sectores sociales a la privación, a la pobreza y a su cancelación como sujeto de derechos. Y ustedes ya saben que incluyo en esto a la dirigencia nacional del sindicalismo, también con excepciones honrosas. Una dirigencia que no he visto tomar como bandera la aplicación del derecho constitucional a la «participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción» (Art. 14 bis).
Es ese comportamiento lo que ha permitido que el pueblo argentino quede cíclicamente expuesto al castigo de las 4M (M. de Hoz, Menem, Macri, Milei)
Por eso rechazo con fuerza la idea de que el campo nacional y popular en general y el peronismo en particular, reproduzca nuevamente candidatos electoralmente marketineros pero con dudosos dosajes de intereses nacionales y populares en sangre.
No tengo dudas que nadie desea que un futuro triunfo electoral derive nuevamente en un gobierno débil, ambiguo y carente de convicciones firmes, que no se atreva a transformar una realidad que privilegia a ese Poder Económico y que tiene como contrapartida la pobreza y la indigna vida de millones de argentinos y argentinas.
Porque de eso se trata la política: transformar la realidad. Y cuando tenes 25 millones de compatriotas en la pobreza, de los cuales 13 millones son menores de 17 años nadie se puede hacer el boludo sobre por donde hay que empezar a transformar la realidad.
Sin embargo conductas indolentes, como la que permite hoy todavía mantener en vigencia el anticonstitucional DNU 70/23, el silencio con que encubre la mayor estafa al pueblo argentino como es la deuda externa, o con la pasividad con que se reciben los mamarrachescos fallo de la Corte Suprema y sus tribunales inferiores, ponen de manifiesto a una dirigencia doblegada y disciplinada al servicio del proyecto anti-nacional y anti-popular que expresa los intereses del Poder Económico.
Quienes lideren un nuevo proceso debe surgir de la unidad del campo nacional y popular, y cuya voluntad pueda ser expresada masiva y democráticamente
Esa voluntad popular seguramente se referenciara en quien exprese claramente las ideas de construir un país justo, independiente y soberano y que para ello gestionará un Estado presente en la regulación de las relaciones socio-economicas, redistribuyendo los ingresos a favor de las mayorías populares para apuntalar el desarrollo del mercado interno como motor del crecimiento económico.
Pero anticipo que no alcanzará con el mero discurso describiendo los objetivos buscados. Porque con el solo enunciados de palabras huecas, busca-votos, comienza la frustración social que ocasiona no encontrar donde quedaron aquello de «pobreza cero», «entre los bancos y los jubilados elijo a los jubilados» y la mas reciente «el ajuste lo paga la casta».
Para encolumnar nuevamente esos sectores sociales agobiados exhaustos, exprimidos hasta su ultima gota de aliento que han perdido la esperanza y la confianza en la política es necesario enunciar claramente las acciones que se van a tomar para lograr el bienestar general. Es necesario que los futuros representantes de los intereses nacionales y populares comiencen a utilizar el adverbio COMO.
Como se va a sacar de la pobreza a la mitad de los compatriotas, como se van a recuperar los salarios y las jubilaciones, como se incluirán a los trabajadores en negro en la formalidad laboral, como y quienes serán los que paguen esa estafa monumental de la deuda externa, como se disciplinará a ese Poder Económico que saqueando los ingresos populares acrecienta sus riquezas para luego dolarizarla y fugarla, como se estimula la industrialización para agregar valor a nuestras productos y generar empleo, como reformular el sistema representativo de la política, como hacer la reforma judicial para terminar con el mamarrachesco servicio que presta, como lograr un regimen impositivo que permita el mayor aporte de los que mas tienen, y podría seguir enumerando largo rato.
Y estas medidas instrumentales necesarias de ser explicadas son las herramientas para dar la batalla cultural que rompa la «ignorancia producida», explicada por el amigo de Sousa Santos, que es la que formatea el sentido social para lograr el objetivo de generar voluntades políticas que solo favorecen a ese Poder Económico, el verdadero enemigo del desarrollo nacional y el bienestar popular.
Estoy convencido que para volver a enamorar, a esperanzar, a movilizar a las grandes mayorías es necesario explicitar ese Plan de Gobierno que represente los intereses nacionales y populares y poner blanco sobre negro las dificultades que vamos a enfrentar y los responsables de esas dificultades. LOS RES-OON-SA-BLES. (Se entiende?).
Porque la historia nos cuenta que los procesos de liberación nacional y justicia social se consiguen con luchas.
Y para luchar hay que saber para que se lucha. y contra quien se lucha.
Y si es necesario que ese campo nacional y popular recree una nueva organización política que lo represente, pues habrá que hacerlo.
No va a ser difícil: tenemos los objetivos, tenemos el cuerpo doctrinario y tenemos la masa critica del 37% del padrón.
Solo hay que encontrar compañeros y compañeras que representen sin dobleces ni traiciones a esos objetivos, ese cuerpo doctrinario y a esa masa critica, que es el embrión de la unidad del campo nacional y popular.
Amen.
Hasta pronto.
Gracias por su opinión. Sin dudas, la claudicación de cierta dirigencia. fundamentalmente pejotista, obligará al movimiento nacional y popular a buscar nuevas formas de organización. Saludos.