MASSA – ROSSI y … ¿después?

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Se terminó el suspenso. Habemus fórmula.

El espacio político donde se expresa la mayor parte del campo nacional y popular tiene su fórmula presidencial. Aunque la decisión de Juan Grabois de participar en las PASO deja sin efecto práctico la proclamada “lista de unidad”, no existen elementos objetivos que permitan conjeturar que Unión por la Patria (UP) llevara otra fórmula que no sea el binomio Sergio Massa-Agustín Rossi como candidatos a presidente y vice.

Sectores importantes de la militancia peronista y del campo nacional y popular sintieron un gran desencanto con una formula que sumaba un nuevo golpe a expectativas ya debilitadas por la proscripción de Cristina Fernández de Kirchner.

RAZONES DEL DESENCANTO

La trazabilidad de la carrera política de Massa, que justifica sobradamente su etiquetado como “Embassy and bussines friendly”, sumado a la instalación mediática de que el cargo de vicepresidente fue nominado por la voluntad del presidente de la Nación, eran razones suficientes para generar esa sensación de desencanto que ganó rápidamente el espíritu de muchos y muchas.

Varios lectores de estas opiniones se sentiran en esta situación.

Yo también.

Es que la figura de Massa nos representa la misma imagen de Alberto y su falta de vocación para enfrentar a los poderosos, con su complacencia ante el accionar empresarial, periodístico y judicial representativo del Poder Económico

Sin embargo, y tras la argumentación de la unidad, ese pan-peronismo, que contiene al kirchnerismo, el massismo, gobernadores, intendentes, sindicalistas, movimientos sociales, decidió que Massa era el mas marketinero de los posibles candidatos.

Supongo que, en ese escenario reducido de toma de decisiones, se entendió que la candidatura de Massa podría resurgir de la frustración popular ocasionada por el gobierno de Alberto, se lograría recuperar los casi 4 millones de votos perdidos entre el 2019 y el 2021, encolumnaría a una amplia mayoría del peronismo y pondría competitivo al espacio político ahora llamado Unión por la Patria (UP).

Y posiblemente tengan razón. O no.

He resaltado los potenciales «podría», «lograría», «encolumnaría» y «pondría» usados en el párrafo anterior porque existe cierta condicionalidad para que se cumpla el (¿único?) objetivo que nos proponen con esta fórmula presidencial.

Nadie desconoce la existencia de una derecha política, con rasgos fascistoides, y que empoderada electoralmente busca adueñarse nuevamente de los resortes del Estado para ejecutar el viejo y repetido proyecto del Poder Económico. Proyecto que “hundirá a las mayorías populares en un mundo donde abunden las carencias y falten los derechos, que las dejará indefensas por el uso del Código Penal como disciplinamiento de sus dirigencias representativas y cuyos actos de rebeldía serán reprimidos sin clemencia”

Paréntesis: [¿están informados sobre lo que pasa en Jujuy, no? Bueno, ahora imaginen ese contexto nacionalizado]

«Unidad para impedir el regreso de esa derecha» es voceado como letanía por los constructores de la fórmula Massa-Rossi.

¿Quién puede no compartirlo?.

Claro que necesitamos la unidad para abortar a esa derecha de pasado reciente en la conducción del país.

Entonces razonemos.

Para detener a la derecha hay que ganar las elecciones. Para ganar las elecciones hay que consolidar en las PASO el piso del que habla CFK. Luego hay que recuperar los votos perdidos en el 2021 para reconstruir la necesaria mayoría del 2019. Y para eso se necesita una fórmula que exprese unidad.

Listo. Para eso ahí están: Massa presidente, Rossi vicepresidente. Y no jodan más.

Perdón ¿Qué no jodamos mas?

Porque me pregunto, y les pregunto: ¿impedir el retorno de la derecha es la única motivación que moviliza al campo nacional y popular? ¿Puede el peronismo, con su historia rica en transformaciones y ampliaciones de derechos, tener como propuesta central detener a la derecha?

Entonces vamos, nos encolumnamos detrás de Massa-Rossi, ganamos las generales, detenemos la derecha y…¿después?

Después HAY QUE GOBERNAR.

Y aquí aparece la condicionalidad que me llevó a utilizar los potenciales mas arriba.

PARA ROMPER EL DESENCANTO: PLAN DE GOBIERNO

Para romper el desencanto de quienes no vemos reflejada en esa fórmula nuestras expectativas, pero también para romper el desencanto de esos sectores sociales a los que el desacertado gobierno de Alberto no les mejoró la vida, para evitar caer en el sentido social de estar frente a un «déja vu»

del Frente de Todos.

Para volver a enamorar, a esperanzar, a movilizar a las grandes mayorías es necesario explicitar un Plan de Gobierno.

Ese Plan de Gobierno le debe señalar al pueblo argentino, sin dobleces, con sinceridad, la hoja de ruta que Unión por la Patria propone.

Para salir de la trampa en que nos dejó la derecha de Macri, Larreta, Bullrich y Morales con la deuda externa y el tutelaje del FMI.

Para transformar el universo de los medios de comunicación hegemónicos que, operando políticamente, desinforma 24 x 7 a la ciudadanía.

Para restructurar una judicatura que, asumida como Partido Judicial, funge de guardia pretoriana de los intereses y privilegios del Poder Económico.

Y fundamentalmente para sacar de la pobreza a ese 40% de argentinos y argentinas, entre los que se encuentran casi la mitad de los trabajadores y trabajadoras con empleo formal y el 60% de niñas, niños y adolescentes menores de 17 años.

Otro paréntesis y resalto: [18.000.000 de compatriotas. Personas que, con o sin trabajo, niños o viejos, jóvenes o adultos, activos o jubilados, hombres o mujeres, viven en la indignidad de la pobreza en un país que produce alimentos para 400 millones de personas y ocupa el 27ª lugar entre las economías de mayor tamaño en el mundo]

Un Plan de Gobierno que refleje en propuestas concretas un proyecto de país encaminado hacia la Justicia Social, la Independencia Económica y la Soberanía Política, donde la intervención del Estado en la economía sea la herramienta para la redistribución del ingreso nacional hacia las mayorías nacionales y en donde la gestión gubernamental este orientada por el principio fraterno y solidario expresado en la frase “donde hay una necesidad nace un derecho”.

Solo así se recuperará el encanto de un pueblo sufriente. Solo así ese pueblo volverá a entregar tanto amor, tanta confianza y tantas esperanzas como las que le entrego en su momento al General Perón y a Evita. A Néstor y Cristina.

Y entonces si: VAMOS TODOS Y TODAS CON UNIÓN POR LA PATRIA.

AMEN.


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