
Según las estadísticas de organismos internacionales, en un mundo con 197 países reconocidos por la U.N, Argentina está entre las primeras 30 economías más grande del mundo según su Producto Bruto Interno.
Este dato da por tierra a los argumentos de que Argentina es un país pobre.
Ahora dejando de lado los aspectos cuantitativos de las estadísticas, y considerando que nuestro país ha sido beneficiado por la Naturaleza con tierras fertilísimas, con energía, con minerales, con ríos, con reservas acuíferas de agua dulce, con riquezas marítimas de su extendida plataforma continental, con atractivos turísticos, genera la siguiente pregunta: ¿Cuál es el problema económico que sufre la Argentina que condena a la pobreza y la indigencia a millones de compatriotas?
La respuesta es que no hay un problema económico. Hay un problema político.
La política es el terreno donde confrontan intereses de clases sociales con el objetivo de hacerse de los resortes del Estado para utilizarlo en beneficio de esos intereses.
Desde la época colonial la riqueza producida por el entonces virreinato del río de la Plata se fue concentrando en pocas manos, beneficiándose de la apropiación, y su consecuente renta, de un recurso natural como es la tierra y su alianza con intereses extranjeros.
Esa concentración de la riqueza dio origen a una clase social con las características de ser políticamente oligarca, económicamente liberal y socialmente reaccionaria.
Esa clase social fue diversificando sus actividades, ya sea con iniciativas propias o con alianzas con capitales foráneos, y siempre con la utilización del Estado cada vez que lo tuvo en sus manos, y así se construyeron empresas hegemónicas en factores claves del quehacer económico de un país: la renta de la tierra, la explotación de recursos naturales, el manejo del comercio exterior, el sistema financiero y la producción de alimentos. Esto es lo que hoy conocemos como el Poder Económico.
Esa concentración de riquezas le permitió a esta clase social tener a su alcance distintas herramientas para hacerse de los resortes del Estado, herramientas que siempre utiliza sin vacilaciones. Desde la violencia, a través de dictaduras, hasta mecanismos mas “blandos” como la prensa y el sistema judicial que le permiten ir creando en la sociedad un sentido que legitime sus acciones y garantice sus privilegios.
Este Poder Económico tiene desde su génesis conductas a-sociales, provenientes de su inclaudicable voracidad económica y de su entramado con intereses radicados en otros países.
Seria pertinente repasar algunos ejemplos de la utilización de las herramientas a su alcance y utilizadas en su beneficio sin importar el daño social que producen: Ley de Entidades Financieras que generó la financiarizacion de la matriz económica argentina, la liberación del mercado de capitales que permite la fuga sistemática de divisas, el endeudamiento externo que financia esas fugas de divisas, la utilización de puertos sin controles en las exportaciones por el Paraná, la privatización de empresas estatales estratégicas o de servicios sociales de previsión social (quien no recuerda el fraude orquestado por las tristemente recordadas AFJP), todo ello ayudado por la protección de jueces y fiscales ( ¿Les suena la quiebra del Correo macrista o de Vicentín? ¿O de los amparos que impide aplicar el decreto que establece la categoría de servicio público para Internet y telefonía móvil?) y el bombardeo constante de los medios de comunicación hegemónicos generando confusión, desesperanzas y odio en amplias capas sociales
Y cuando esa clase dominante pierde el control del Estado, ante el temor de perder sus privilegios, recurre a ejercer las potestades que su propio poderío económico le confiere: remarcación de precios, desabastecimiento, operaciones especulativas sobre el mercado de cambio. Todo ello para generar las crisis recurrentes, económicas y sociales, que le permita volver a adueñarse del control del estado y aplicar sus politicas.
Todo ello con un solo objetivo: concentrar cada vez mas riquezas sin importar la suerte que corran las mayorías populares.
No hay en todo lo descripto causas que tengan que ver con factores económicos:
Todo ha sido producido por decisiones políticas.
Y a las políticas del Poder Económico solo se las confronta con las políticas de un Poder Popular, Unido, Organizado y Movilizado.
Buen día Eduardo, estoy completamente de acuerdo. Gracias por la nota.
El agradecido soy yo. Saludos