
Cuando se adueñan de palabras suaves y decorosas para evitar expresar francamente lo que sería malsonante y/o avergonzante, se hace necesario comenzar a llamar a las cosas por su nombre. Lo que quizás sirva para sincerar conductas políticas en la Argentina,
Este posteo se me ocurre pertinente porque más allá de las 5.000 familias que constituyen el Poder Económico en la Argentina, junto al restante 15 % de la población que presta sus servicios personales a ese Poder Económico, y que son el núcleo duro naturalmente de derecha, en el resto de ciudadanos y ciudadanas, que suelen acompañar políticamente a estas minorías, percibo que muchos de ellos y ellas, lo hacen motivados por engañosos argumentos .
No están acompañando a fervientes defensores de la República, ni a devotos guardianes de los principios democráticos. Tampoco los convocan los paladines de la paz, campeones de la justicia independiente o abanderados de las libertades.
Nada de eso. Los que convocan, y engañosamente los invitan a su acompañamiento, son la derecha argentina. Esa derecha cuya rol histórico los aleja de los valores que dicen representar.
LOS TIPS PARA RECONOCER LA DERECHA.
Mas allá del hecho fortuito que le dio nombre, su ubicación en la Asamblea Nacional de Francia de 1789, la desde entonces llamada derecha tiene características ideológicas inmutables, que ya se traslucían en esa Asamblea: los sentados a la derecha del presidente, mayoritariamente miembros de la aristocracia y el clero, defendían la continuidad del llamado Antiguo Régimen monárquico.
Entonces dejemos en claro esto: la denominación de Derecha no es consecuencia de un hecho anecdótico sobre la ubicación de los asientos de la nobleza y el clero franceses. La palabra Derecha refiere a una ideología representativa de un modelo de país y de sociedad.
Esas características ideológicas de la derecha, que la define “urbi et orbi”, y que permiten reconocerla son:
- Defender y proteger a los grupos con poder económico.
- Ejercer el control sobre la organización social manteniendo la concentración del poder y la riqueza.
- Promover normativas con el objetivo de la perpetuación de esa concentración de poder y riqueza.
- Justificar la existencia de diferenciaciones, discriminaciones, desigualdades recortando derechos para así estructurar una sociedad con jerarquías.
- Justificar su accionar ignorando los razonamientos lógicos, objetivos y científicos.
Ese es el marco de ideas que profesa la derecha, y con esas ideas formatean el país y la sociedad que aspiran perpetuar.
Su conducción política es esa minoría, políticamente oligarca, económicamente liberal y socialmente reaccionaria, asociadas con intereses extranjeros y que llamamos Poder Económico. (Minoría que individualizo en “Aquí están, estos son”)
Y que, así como utiliza todas las herramientas que les permite su riqueza concentrada para llevar adelante su modelo ideológico, también evita utilizar la palabra que la define certeramente porque los avergüenza definirse e identificarse como integrantes de un espacio político retrógrado.
Y esa derecha, cuya centralidad es ocupada por esa minoría políticamente oligarca, económicamente liberal y socialmente reaccionaria, ya olvidada la utilización de las fuerzas armadas como instrumento de sus ambiciones, hoy utiliza otras terminales: políticas (La alianza PRO – UCR- CC-Ari), mediáticas (Clarín, La Nación, Infobae y sus medios satélites) y judiciales (jueces y fiscales de Comodoro Py y los cortesanos actuales).
Todos ellos evitan, con actitud vergonzante, la utilización de la palabra certera que los define: DERECHA
Y por eso los debemos llamar con el vocablo que realmente los define. FUERON, SON Y SERÁN LA DERECHA DEL PAÍS.
LA CALESITA DE LA DERECHA
A partir de sus orígenes virreinales, la derecha argentina da vueltas y vueltas para mantener sus privilegios, utilizando los mismos métodos, y siempre llega al mismo punto de inicio.
Desde el fusilamiento de Dorrego y la infame carta de Sarmiento a Mitre proponiéndole “no ahorrar sangre de gauchos porque es lo único que tienen de humanos”, la derecha necesita de la violencia instrumentada desde el aparato represivo estatal. La derecha mata
Con la prensa clandestina antirrosista de “El grito arjentino” (SIC) y el “Muera Rosas” (1839/42) iniciaron la utilización de los medios periodísticos, porque la derecha los necesita para crear un sentido social que estigmatice al campo nacional y popular y para ser tribuna de argumentaciones que buscan naturalizar las desigualdades sociales o el recorte de derechos que pretende perpetuar el modelo socioeconómico que formateó con su ideología. La derecha miente.
Con la sanción de la ley 27, organizadora de la Justicia Nacional y la Corte Suprema, comenzó a tomar forma el aparato judicial que sería funcional a la perpetuación de los privilegios que ostenta la derecha argentina, demostrando la pertenencia de la mayoría de sus integrantes al modelo ideológico que deben proteger y guardar. La derecha deniega justicia.
Y así la derecha siempre esta en su punto de inicio. Con distintas máscaras, pero siempre con el mismo objetivo y con las mismas herramientas.
Sin confundirse de enemigos.
Ayer fueron Yrigoyen y Perón.
Hoy es Cristina Fernández de Kirchner.
Y siempre lo serán las mayorías nacionales y populares.
Sabiendo que la derecha es la derecha, solo queda escuchar al Indio Solari cuando te dice “Fijate de que lado de la mecha te encontras”