
Nadie se debería sorprender por este título llamativamente abarcativo de la historia nacional. Por supuesto que ese «nadie» se refiere a quienes, dejando de lado la ingenuidad y la indolencia, hayan roto los lazos de la ignorancia ahistórica sobre nuestra patria. Con sinceridad tengo que asumir que vastos sectores sociales aún se encuentran sumidos en el sentido creado por esa ignorancia inducida.
Pero vayamos al punto.
Dejando de lado, por ahora, las características propias del vasallo, o del sistema del vasallaje, que remite a relaciones feudales del medioevo, en el siglo XXI, el vasallaje suele tener en el lenguaje popular una carga negativa: significa que se está sometido a la voluntad de alguien más y no tiene criterio propio. Trasladando este significado a las naciones, un país podría ser catalogado como vasallo de otro país y/o de corporaciones económicas, si existe una dependencia en la toma de decisiones políticas y económicas.
A pesar de lo abarcativo del título, les dejo claro que no voy a escribir un largo racconto que comience en el Virreinato. No, no, nada de eso. Simplemente voy a poner de relieve algunos hechos históricos que explican el título de esta entrada.
EL VASALLAJE COMO CONSECUENCIA DEL COLONIALISMO.
En termino formales Argentina es un país independiente con un Estado soberano. Solo en términos formales.
Claro que no somos un país controlado por un ejército de ocupación.
Tampoco somos parte integral de un territorio gobernado por un Estado extranjero, con la salvedad de la ocupación pirata de nuestras entrañables Malvinas.
Claro que no.
En la Argentina se desarrolla una fase particular de la dependencia: somos un país colonizado corporativamente por lo que llamamos Poder Económico y sus históricos socios extranjeros. Esto es el neocolonialismo
Nadie se debería sorprender por este modelo de coloniaje auspiciado por intereses económicos locales y foráneos, y ejecutado por actores políticos convertidos en verdaderos agentes extranjeros o corporativos. Esto se encuentra presente desde nuestro nacimiento como Nación.
Somos una Nación que continúa viviendo en una situación de dependencia económica, tecnológica, cultural, etc., siguiendo directrices políticas emanadas de los intereses económicos de las corporaciones y de los intereses geopolíticos de los países desarrollados.
Lo cual nos convierte en una Patria Vasalla.
Lo que explica las privaciones, la pobreza y las calamidades sociales que viven nuestras mayorías populares.
Duhalde dijo alguna vez «La Argentina está condenada al éxito», pero la historia demuestra que en realidad a la Argentina la han condenado al vasallaje.
DESDE LA BARING BROTHERS…
Con el fraudulento empréstito tomado por Rivadavia de un millón de libras esterlinas comienza a definirse el vasallaje de nuestra Patria. Fracasados sus intentos militares, Gran Bretaña entendió que el coloniaje de las armas podía ser reemplazado por el coloniaje de las finanzas.
Abro paréntesis: [Del millón de libras solo llegaron a Buenos Aires el 52,7 % de dicho monto, luego de debitarse del préstamo intereses y amortizaciones por adelantado, comisiones y gastos de intermediación. Al dia de la fecha no hay un solo historiador argentino que haya podido descubrir donde fue ese monto llegado a Buenos Aires] Cierro paréntesis
Comienza así un vasallaje hacia los intereses económicos británicos que, a partir de la presidencia de Roca, se haría masivo: bancos, ferrocarriles, frigoríficos, empresas inmobiliarias de ese origen controlan sectores claves de nuestra economía y esta presencia económica se materializaba en una decisiva presencia política que crecerá con el correr de los años. Ese periodo histórico dio origen a esa pieza oratoria maestra del vasallaje expresada en 1932 por el vicepresidente Roca (hijo) con su frase «la Argentina, por su interdependencia recíproca es, desde el punto de vista económico, una parte integrante del Imperio Británico».
Luego del final de la II guerra mundial, cuando EE UU comienza a reemplazar a Gran Bretaña como potencia colonizadora, comienza una nueva etapa del vasallaje.
La Unión Democrática, conducida por el embajador de EE. UU Spruille Braden. la dictadura del ’55 adhiriendo al Fondo Monetario Internacional, las proscripciones políticas, los gobiernos surgidos de procesos electorales viciados por esas proscripciones, más dictaduras, y así hasta llegar al Proceso genocida, Martínez de Hoz y el fortalecimiento del vasallaje: la irracional deuda externa tomada, la apertura de las importaciones y la extensión de la jurisdicción a jueces extranjeros, marcando claramente la irrupción del poder financiero como actor neocolonial.
No podemos pasar por alto que, en este ciclo de sometimiento a intereses corporativos y geopolíticos, se puso en marcha un proceso aún vigente: exterminar la representación política de los intereses nacionales y populares. Bombardeando y reprimiendo al pueblo, masacrando a una generación, cooptando a dirigencias políticas y gremiales, aturdiendo a la sociedad con las falacias y estigmatizaciones de los medios y las redes sociales y colonizando el poder judicial en todos sus niveles. Haber enarbolado las banderas de justicia social, independencia económica y soberanía política fue, es y será un pecado mortal para el poder colonizador.
…AL «SI BWANA MILEISTA»
Desde la decepción del «con la democracia se come, se cura y se educa» alfonsinista, la construcción de la Patria Vasalla no se detuvo.
La convertibilidad, el remate a precio vil del patrimonio estatal, el endeudamiento externo y la aceptación del CIADI como árbitro de disputas económicas con inversores extranjeros, fueron las claras expresiones de las «relaciones carnales» del menemismo con las directrices emanadas del Consenso de Washington. Luego el aberrante endeudamiento producido por Macri con el nefasto retorno del FMI como auditor económico y la falta de voluntad política del gobierno de Fernández al legitimar la irracional política financiera de Macri y no confrontar con los intereses corporativos, nos condujeron a la situación actual, en donde la puesta en marcha del experimento mileista tiene como objetivo la consolidacion eterna de la Patria Vasalla.
Tomando la propia definición de Milei sobre su alineamiento absoluto con las posiciones de EE. UU e Israel, parecería que el «Si Bwana» de este hombre pequeño, sociópata y fabulador esta referido a ese seguidismo geopolítico.
Abro paréntesis [¿Alguien que mantenga su sano juicio puede entender cuál es el objetivo del «Si Bwana» hacia al sionismo israelí?] Cierro paréntesis.
Pero en realidad el «sibwanismo» presidencial se extiende a las corporaciones económicas que históricamente vienen saqueando al país.
Veamos.
55 funcionarios actuales del gobierno nacional están relacionados o tienen participación económica en 177 empresas de distintas actividades productivas: energía, hidrocarburos, tecnología, servicios financieros, telecomunicaciones y actividad agropecuaria.
Techint maneja YPF y la secretaria de Trabajo. El área de Salud está controlada por funcionarios de OSDE y del Sanatorio Guemes. A.R.C.A, ex AFIP, está a cargo de profesionales provenientes de grandes bufetes impositivos. las empresas financieras, inmobiliarias y agropecuarias tienen sus representantes en Luis Caputo (Economía), Santiago Bausili (BCRA) y Alejandro Speroni (secretaria legal de Economía), y demos fin al recuento con la flamante designación del procurador del tesoro, Santiago Castro Videla, integrante de un bufete que representa a grandes corporaciones, entre las que se destacan mineras, petroleras, empresas de telecomunicación y entidades financieras, representación que lo ha llevado a litigar contra el estado argentino.
Pero hay más resultados del «Si Bwana», veamos quienes recibieron los beneficios «autoinfligidos» por los redactores del DNU 70/23. Paso a detallar: Starlink, Mercado Libre, Arcor, Molinos, Procter & Gamble, Unilever, Osde, Swiss Medical, Galeno y el resto de prepagas, Establecimiento Las Marias, Ledesma, Farmacity y, no podían faltar, el Grupo Clarin y La Nación.
Y dejamos para el final la obra maestra del «Si Bwana»: el RIGI incluido en la ley Bases.
Todos sabemos que nuestro país es rico en recursos naturales. Esos recursos naturales, alimentos, combustibles, energía, minerales, agua y recursos ictícolas, tienen una alta demanda global. Su importancia geopolítica esta dado porque tienen la característica de ser materia prima o bienes intermedios utilizados por corporaciones multinacionales para el desarrollo económico de sus territorios nacionales.
Bueno, el RIGI pone en situación de oferta a esos recursos naturales, siendo la invitación al «pasen, vean y llévense lo que les haga falta, todo a precio de costo».
Y la cereza del postre: no habría Patria totalmente Vasalla sino se cumpliera con el concepto de la vieja división internacional del trabajo, abriendo sin control las importaciones y así cumplir con la idea matriz del vasallaje: ustedes se llevan nuestras riquezas y nos traen lo que producen. No hace falta que les cuente la diferencia entre el valor de una tonelada de soja y una tonelada de IPhone, ¿no? Bueno, eso se llama «deterioro de los valores del intercambio»
Intereses corporativos y geopolíticos festejan mientras se sinceran «Nosotros no les pedíamos tanto».
CONCLUYAMOS
No ha sido caprichosa la decisión de comenzar este posteo con el préstamo de la Baring. Tampoco ha obedecido a una vanidad pretenciosa de historiador. Solamente he querido dejar remarcado que el avasallamiento de nuestra Patria es la condena que ha padecido durante la mayor parte de su historia. Podemos exceptuar como cortos ciclos que han roto esta constante a los tibios nacionalismos económicos de Yrigoyen e Illia y al nacionalismo popular de Perón, Néstor y Cristina Kirchner.
Poco, muy poco, para 215 años de historia.
Asumiendo la historia del coloniaje, desde los Imperios hasta sus modernas formas corporativas, también podremos asumir que nuestro pueblo se debate entre dos, y solo dos, proyectos de país. El país sujeto a la producción primaria, extractivista y exportadora o el país desarrollado, justo, libre y soberano. Ese proyecto primarizador, extractivista y exportador existe desde ese incipiente poder económico que demoró 6 años la declaración de la independencia, y que ya soñaba con avasallarse a Gran Bretaña con un acta que solo hacía referencia a la independencia del Rey de España y sus sucesores, trampa destrozada por el congresal Medrano al hacerle agregar al acta, 10 días después, «y de toda otra dominación extranjera»
Y también deberíamos asumir que para construir una Patria Vasalla deben existir factores determinantes: poderes dominantes que busquen ese avasallamiento y que en esa Patria haya vasallos al servicio de esa construcción.
Ya he expresado la identidad de ese poder dominante, pero lo repito: Asociación Empresaria Argentina (A.E.A), Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), Sociedad Rural Argentina (SRA) y la Cámara de Comercio Argentino-Norteamericana (Amcham). Y debo agregar a ese listado a la corporación de los nuevos señores tecnofeudales liderados por Elon Musk, también altamente beneficiados por el «Si Bwana» mileísta
También lo he hecho con, quienes, a la luz de este escrito, cumplen su rol de vasallos, ya totalmente entregados a los grupos del Poder Económico, y que sintetizo con el neologismo «espacio mileimacriperoradical». Espacio que incluye a políticos, sindicalistas, comunicadores y judicatura,
Aclarado mi pensamiento sobre colonizadores y vasallos que construyen la Patria Vasalla, vuelvo al principio, para retomar lo que en ese inicio había dejado de lado: las características del término vasallo.
Dejemos claro que ser vasallo no era servidumbre. La jerarquía en el vasallaje establecía que el poder necesitaba de los vasallos y estos necesitaban de la servidumbre.
El vasallo estaba unido al poder por una especie de índole contractual, donde el vasallo se comprometía a servir económica, política y militarmente al poder a quien juraba lealtad. A cambio, ese poder, ya sean reyes, emperadores, eclesiásticos o señores feudales, le cedía al vasallo como contraparte tierras y la autoridad para explotarlas y administrarlas. La extensión de esas tierras formaba así una comarca vasalla de ese poder.
Volviendo a la actualidad tenemos entonces al poder dominante, están los vasallos y está la comarca vasalla. Me parece que no es necesario identificar a la servidumbre ¿no?
Escrito este último párrafo y adelantándome al próximo ejercicio de ciudadanía que debemos rendir en octubre, termino repitiendo lo que dice la historia:
NADIE SE HACE VASALLO GRATIS.
Fuerte abrazo
Les dejo la canción que escuche mientras revisaba este escrito.