
Cuando el 30 de abril de 1977 el oficial de las fuerzas de seguridad que, por el estado de sitio vigente, se dirigió hacia un grupo de 14 mujeres reunidas en Plaza de Mayo al grito de «Circulen, circulen», nunca pudo imaginarse el fenómeno histórico que estaba originando.
Porque ese «Circulen, circulen» fue el comienzo de la ronda que esas mujeres comenzarían a realizar todos los jueves a las 15:30 horas alrededor de la Pirámide de Mayo. Y ante el continuo aumento de cantidad de mujeres que se incorporaban a las rondas, en los preparativos para la peregrinación a Lujan del 1º de octubre del mismo año, para reconocerse e identificarse como grupo decidieron usar un distintivo en sus cabezas: el pañal de tela blanca que simbolizaba la búsqueda de sus hijos desaparecidos.
Desde entonces la ronda de los jueves y el pañuelo blanco se transformaron en la simbología de la memoria, la verdad y la justicia.
Y esos símbolos construyeron en la conciencia del pueblo argentino el NUNCA MAS a los golpes militares y a las violaciones genocidas de los derechos humanos.
Y esta breve entrada pretende, para este 24 de marzo, rendir un humilde homenaje y reconocimiento a la lucha de todas las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo encabezándola con las imágenes de las dos personas que son la representación genuina de esa lucha, y a quienes tuve el inmenso placer de conocer personalmente.
Estela Carlotto, abuela de todos, y Hebe Bonafini, madre de la resistencia, junto a Azucena Villaflor, Taty Almeida, Nora Cortiñas, nuestras Susana Dillón y Antonia de Cisneros y tantísimas otras madres y abuelas, ya están en la historia grande de nuestro pueblo.

Y, déjenme expresar mi anhelo.
Ojalá que esa voluntad de lucha de estas mujeres, que fueron paridas por sus hijos desaparecidos y que a su vez parieron el Nunca Mas a las dictaduras, se contagie a todos y todas para que juntos logremos otros NUNCA MAS que necesitamos.
Nunca Mas al endeudamiento corrupto, Nunca Mas a la pobreza, Nunca Mas a los niños y adolescentes que no cenan, Nunca Mas a la concentración inmoral de riquezas, Nunca Mas a salarios de hambres, Nunca Mas a las miserias jubilatorias, Nunca Mas a la democracia simulada y a la republica mutilada, y todos los Nunca Mas que hagan falta para construir una Patria Justa, Libre y Soberana.
Amen.
Abrazos y hasta pronto.
Les dejo la canción que escuche mientras revisaba este escrito