
Si, adivinaste, ya sabes que esto se trata de la deuda externa. También se podría utilizar un sinónimo y llamarla deuda eterna.
Lo que muestra el grafico que antecede son los vencimientos comprometidos con los acreedores externos para los próximos 16 años.
Vencimientos que, fingiendo amnesia, son ignorados por la dirigencia política.
Vencimientos que, además, y a pesar del impacto directo sobre el bienestar general que tendrán para generaciones futuras, también son desestimado por la sociedad en su conjunto. ¿Sera por ingenuidad, por indolencia, por ignorancia?
Ninguna de esas condiciones atenuara lo que se viene, que se expresa claramente con esa frase popular que dice Agárrate Catalina.
Aclaro desde el comienzo que para no agobiar a quienes me honran leyendo mis opiniones, voy a segmentar este tema en tres partes, haciéndolo coincidir con los tres ciclos de endeudamiento que ha sufrido el país. (1824/1946; 1955/2002 y 2016/???).
Empecemos por lo primero.
PROLOGO
Por el principio de continuidad de los Estados, esta deuda hay que pagarla. Claro que ese principio de continuidad choca con la pared de la realidad, porque bajo las condiciones que surge de los vencimientos graficados, esa deuda es impagable.
Esos vencimientos graficados son productos de la opaca refinanciación de deuda externa llevada a cabo por Fernández-Guzmán con bonistas privados y FMI, al haberse vencidos, a partir de este segundo semestre 2024, los años de gracia de esa negociación.
La historia de esta deuda externa lleva a caracterizarla como fraudulenta, corrupta e irracional, lo que además de convertirla en una deuda eterna la transforma en una herramienta de dominación. Todos los ciclos de endeudamiento en moneda extranjera han generado extraordinarios beneficios para una minoría representada por la elite económica de cada periodo, y su consecuente derrame de miserias y sufrimientos para las mayorías.
Con lo que viene a continuación trato de demostrar esas características.
INTRODUCCIÓN
La Argentina tiene 208 años de vida independiente. En ese periodo de vida pasaron 187 años acumulando deudas externas y solo 21 años en procesos de desendeudamiento.
Desde el fraudulento prestamo de la Baring Brothers a la provincia de Buenos Aires (luego nacionalizado), gestionado por Rivadavia en 1824 hasta el no menos fraudulento crédito del Fondo Monetario Internacional a Macri en 2018, la Argentina tuvo gobiernos que funcionaron en el modo deudores seriales.
Pero con dos excepciones.
La primera, entre 1946 y 1955, fue con el gobierno de Perón que cancelo totalmente la deuda externa de 265 millones de dólares que acumulaba Argentina desde 1824 (equivalentes a mas de 22.000 millones de dólares actuales).
La segunda, entre 2003 y 2015, cuando los gobiernos peronistas de Néstor y Cristina Kirchner, incluyendo la cancelación de la deuda con el FMI, disminuyeron a 82.566.millones de dólares la deuda externa recibida, que desde 1956 sumaba 155.000 millones de dólares,
Y si, fue bajo gobiernos peronistas que ocurrieron los ciclos de desendeudamiento de la Argentina., aunque ¿por ingenuidad, por indolencia, por ignorancia? no se acepte reconocerlo.
(Los detalles y sus fuentes están en la entrada «LA DEUDA EXTERNA, EL F.M.I. Y LA PERDIDA DE SOBERANÍA)
La Argentina tuvo tres periodos de continuo endeudamiento. El primero va desde 1824 a 1946, el segundo se extendió desde 1956 hasta 2001 y el tercero comenzó en 2016 con final incierto.
No puede pasar desapercibido que en todos los procesos de endeudamiento siempre tuvo la presencia de un actor principal utilizándolos como herramienta de dominación: la corona británica a la que se sometió la oligarquía anglófila hasta 1946 y luego el Fondo Monetario Internacional, traído por la Revolución Fusiladora en 1956 y repatriado por Macri en 2018..
LA DEUDA Y EL TRABAJO ARGENTINO
Todas las relaciones economicas internacionales utilizan como moneda de sus transacciones al dólar. esto incluye, por supuesto, a las operaciones financieras.
Cada dólar que ingresa por una operación financiera, que crea una deuda, va a requerir un dólar genuino para su devolución y así saldar esa deuda. Y cada dólar genuino que dispone el país solo son aquellos generados por la venta de bienes y servicios al exterior.
Ahora bien, cada uno de esos dólares requirió del laburo argentino ya que a través de actividades agrarias, fabriles, viales, energéticas, bancarias, fluviales, marítimas, de seguridad, salud, alimentación, educación y tutti quanti, es que se generan las condiciones para que esos bienes y servicios sean exportados.
Si para devolver dólares de deuda se necesitan dólares genuinos y los dólares genuinos son producto del trabajo de argentinos y argentinas, no puede haber dudas que la deuda externa se paga con trabajo del pueblo argentino.
Convengamos que el trabajo, realizado en forma individual o colectiva, es un medio con el cual se busca un mayor bienestar, generando beneficios que mejoren la calidad de vida.
Por lo tanto cada dólar de deuda históricamente contraída tuvo como destino ese mayor bienestar social
Entonces hagamos un rápido repaso de todos aquellos destinos que tuvieron esos dólares para incrementar el bienestar general,
¿Quién empieza?
(???????????)
PRIMER PERIODO DE ENDEUDAMIENTO (1826-1946)
El puntapié inicial al histórico endeudamiento argentino lo dio don Bernardino Rivadavia, en representación de la provincia de Buenos Aires. con la Baring Brothers en 1824. Consistió en entregar títulos de deuda por 1.000.000 de libras, que fueron tomados por la casa británica al 70% de su valor. Luego de esas 700.000 libras, descontándose intereses por adelantado, comisiones de gestores, gastos y hasta los viáticos de un viaje de Rivadavia a Gran Bretaña , el saldo neto del empréstito quedaba en 550.000 libras. ¿Ese monto llegó a la provincia de Buenos Aires? Según Norberto Galasso «Existen muchas dudas sobre el ingreso de ese dinero (…) solo parecen haber llegado 140.768 libras y nada se sabe de la suma restante» (Breve historia argentina, 2024)
Esta deuda fue tomada por la provincia de Bs As en 1824, nacionalizada por Mitre en 1866 y cancelada en 1903.
Cuando la batalla de Pavón consolida el poder de la oligarquía anglófila, comienza con Mitre la desaforada expansión del endeudamiento. En 1866, garantizándole previamente a la Baring el cobro del prestamo de 1824 con su nacionalización, y para financiar esa ignominia contra el pueblo de Paraguay que fue la guerra de la triple infamia (perdón, de la triple alianza) Mitre accede a un nuevo empréstito con la Baring por 2.500.000 libras, de las cuales recibe solo 1.735.000 (se descuentan los mismos ítems que el primero, pero esta vez sin viáticos de Rivadavia).
La guerra en tierras guaraníes, a lo que sumo la necesidad financiar la represión de los conflictos provinciales desatados por la rebelión de Entre Ríos encabezada por el caudillo López Jordán. le dio continuidad al endeudamiento bajo la presidencia de Sarmiento. Al final de su mandato la deuda era de 14.500.000 de libras esterlinas.
En 1875, ante una crisis desatada por la incertidumbre en el cumplimiento de los pagos de la deuda, el presidente Avellaneda, en su discurso de apertura de sesiones del Congreso de 1875, anuncia “Hay dos millones de argentinos que economizarán hasta sobre su hambre y su sed, para responder en una situación suprema a los compromisos de nuestra fe pública en los mercados extranjeros”, discurso que puede considerarse premonitorio sobre el sacrificio que impondrá sobre el pueblo argentino el pago de futuras deudas.
La sociedad oligárquica-británica, mientras avanzaba en su modelo agroexportador, continuaba con el endeudamiento hasta que en 1890 llega el primer default nacional (en 1827 fue la provincia de Buenos Aires la que deja de pagar el prestamo de la Baring), del que surge el llamado «Arreglo Romero», por el ministro de Hacienda del presidente Luis Sáenz Peña. Ese arreglo consistía en pagar la deuda, que ya ascendía a 71.000.000 de libras, en cuotas anuales de 1.500.000 libras.
Así, en ininterrumpida sucesión, la deuda continuo creciendo y la dependencia económica con Gran Bretaña se expandía. Al finalizar el primer mandato de Roca ya se habían realizado 13 operaciones de crédito con la banca inglesa.
Cuando el radicalismo llega al gobierno en 1916, la deuda ascendía a 121.000.000 de libras, y una prudente política de endeudamiento de Irigoyen es alterada por Alvear que recrudece esa deuda llevándola a 143.000.000 de libras.
Luego la llegada del periodo llamado «La década Infame» trae la mayor conducta de sumisión a la corona británica con el pacto Roca-Runciman, el que, según señalara Scalabrini Ortiz, había clausulas secretas que propiciaban un mayor endeudamiento. La hegemonía del Reino Unido sobre estas tierras era de tal magnitud que llevó a que Julio A. Roca hijo, en su carácter de vicepresidente de la Republica y firmante del Pacto Roca-Runciman, expresaba en un discurso en el Club Argentino de Londres «…que la Republica Argentina, por su interdependencia reciproca es, desde el punto de vista económico, parte del Imperio Británico».
Y la realidad le daba la razón, como denunciaba la reciente FORJA en un documento (…ingleses son los medios de comunicación y transporte, inglesas las empresas monopolizadoras del comercio exterior, inglesas son las empresas de servicios públicos, inglesas son las mas grandes estancias de la República, inglesas las grandes tiendas, inglesas son las voluntades que manejan la moneda y el crédito, inglesas son las directivas para nuestras políticas exterior e interior e inglesas son las islas Malvinas»
En 1944 los acuerdos de Bretton Woods establecen que la hegemonía económica cambia de manos al establecer al dólar estadounidense como moneda de referencia internacional respaldado en el sistema del patrón oro (1 onza troy = 30 dólares), con lo cual en 1946 la llegada de Perón a la presidencia encuentra una deuda externa de 265.000.000 de dólares En el Acta de la Declaración de la Independencia Económica, firmada el 9 de julio de 1947, con la que se anunciaba la cancelación de todo endeudamiento externo se declaraba «su emancipación económica de los poderes capitalistas foráneos que han ejercido su tutela, control y dominio, bajo las formas de hegemonías económicas condenables y de los que en el país pudieran estar a ellos vinculados»
En 1952 la deuda externa estaba totalmente cancelada.
Con relacion a este primer periodo de endeudamiento, dice Elio H. H. Carro » Las necesidades de financiamientos que muchas veces se pretextaban no eran tales, en realidad lo que se pretendía era hacer negocios que dejaran suculentas ganancias, y nuestros gobiernos se involucraban en tales maniobras con perfecto conocimiento de lo que hacían» (Historia y Evolución de la Deuda Externa Argentina, 2006)
La situación de «bienestar social» generada por el trabajo argentino con que se pago la deuda se las debo. A decir verdad la situación social de esa Argentina de hace mas de 100 años y a la que nos ofrecen volver esta descripta en el informe del Dr. Bialet Massé «El estado de las clases obreras en el interior de la República».
Y para terminar vuelvo a citar a Elio H. H. Carro, cuyas palabras expresan perfectamente el espíritu de esta entrada:
«A través de estos ejemplos se puede ir articulando, que el tema de la deuda externa, y el sometimiento a los centros financieros del poder transnacional no es cosa nueva, sino que viene desde el fondo de nuestra historia. Hay una multiplicidad de antecedentes, donde no solo intervinieron los banqueros, sino fundamentalmente nuestra dirigencia política, que intervino en esas operaciones, las usufructuó, y participó de lo que lisa y llanamente era una estafa habitual a la Nación«
Pronto volveré con la Parte II. Hasta entonces.