
El 1º de mayo de 1974 el entonces Presidente de la Nación Argentina, General Juan Domingo Perón, presentaba en el Congreso Nacional el titulado «El Modelo Argentino para el Proyecto Nacional». (foto)
Al cumplirse este 1º de julio 50 años de su muerte, he querido rendir mi humilde homenaje al líder indiscutido del movimiento nacional y popular que propuso un modelo de país que, cobijado bajo las banderas de Justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política, lograría la grandeza de la Nación y la felicidad de su Pueblo.
EL LEGADO
He querido en este post recuperar algunos conceptos expresado por el Presidente Perón al presentar su Modelo Argentino para el Proyecto Nacional.
Nos decía Perón:
«Nuestra tarea común es la liberación. Liberación tiene muchos significados:
En lo política configurar una Nación sustancial, con capacidad suficiente de decisión nacional, y no una noción en apariencia que conserva los atributos formales del poder pero no su esencia.
En lo económico hemos de producir básicamente según las necesidades del pueblo y de la Nación, y teniendo también en cuenta las necesidades de nuestros hermanos de Latinoamérica y del mundo en su conjunto. Y a partir de un sistema económico, que hoy produce según el beneficio, para preservar recursos, lograr una real justicia distributiva, y mantener siempre viva la llama de la creatividad.
En lo socio-cultural, queremos una comunidad que tome lo mejor del mundo del espíritu, del mundo de las ideas y del mundo de los sentidos, y que agregue a ello todo lo que nos es propio, autóctono, para desarrollar un profundo nacionalismo cultural, como antes expresé. Tal será la única forma de preservar nuestra identidad y nuestra auto-identificación. Argentina, como cultura, tiene una sola manera de identificarse: Argentina. Y para la fase continentalista en la que vivimos y universalista hacia la cual vamos, abierta nuestra cultura a la comunicación con todas las culturas del mundo, tenemos que recordar siempre que Argentina es el hogar.
La lucha por la liberación es, en gran medida, lucha también por los recursos y la preservación ecológica, y en ella estamos empeñados. Los pueblos del Tercer Mundo albergan las grandes reservas de materias primas, particularmente las agotables. Pasó la época en que podían tomarse riquezas por la fuerza, con el argumento de la lucha política entre países o entre ideologías.
En lo científico-tecnológico, se reconoce el núcleo del problema de la liberación. Sin base científico-tecnológica propia y suficiente, la liberación se hace también imposible. La liberación del mundo en desarrollo exige que este conocimiento sea libremente internacionalizado sin ningún costo para él. Hemos de luchar por conseguirlo; y tenemos para esta lucha que recordar las esencias: todo conocimiento viene de Dios.
Finalmente, la liberación exige una correcta base institucional en los países. La organización institucional tendrá que ser establecida una vez clarificado: qué se quiere, cómo ha de lograrse lo que se quiere, y quién ha de ser responsable por cada cosa.»
LA ACTUALIDAD
No voy a reiterar conceptos que ya he vertido en posteos anteriores, simplemente confrontar el pensamiento del General representando los intereses nacionales y populares con la realidad que nos depara la actualidad.
La tarea común de la liberación, devorada por neocolonialismo ejercido por las corporaciones nativas y extranjeras que conforman el Poder Económico.
La economía al servicio de la maximización de las ganancias de de esas corporaciones, suprimiendo las necesidades del país y del pueblo.
La cultura social totalmente perdidosa ante la creación de un sentido común sostenido por falsas noticias, conceptos a-históricos y discursos económicos que, al distorsionar las causales de nuestras vivencias, desvanecen la identidad social y la conciencia nacional de nuestro pueblo.
Los recursos naturales, ya no rapiñados por la fuerza, la que fue reemplazada por privatizaciones y hoy en su máximo nivel de entrega instrumentada por el Regimen de Incentivos de Grandes Inversiones (RIGI)
El núcleo para la liberación presente en el ámbito científico – tecnológico, reemplazado por la necesidad colonizadora de su destrucción, utilizando la herramienta del ajuste presupuestario.
Todo se posibilita por una base institucional que presenta a sus tres poderes constitucionales arrasados por la sumisión al Poder Económico, con una dirigencia política, sindical y social, que en su claudicación se niega a poner en debate ante la sociedad que construcción socio-económica se quiere, como ha de lograrse esa construcción y quien ha de ser responsable de cada cosa.
Así en este proceso democrático de 40 años, los poderes arrasados y la dirigencia claudicante fueron cómplices en la transnacionalización de la economía, la vigencia del modelo de acumulación financiera inaugurada por Martínez de Hoz, el ocultamiento de para que y en beneficio de quienes se endeudó al pais brutalmente en los modelos de las 3M (Martínez de Hoz, Menem y Macri) y se busca desesperadamente continuar ese endeudamiento con la cuarta M (Milei), el aumento de la pobreza y la indigencia y la cada vez mas debilitada soberanía política de la Nación ante las exigencias del Poder Económico.
Y esos poderes constitucionales arrasados y esas dirigencias claudicantes son las que permiten que a partir del 10 de diciembre de 2023 se ponga en marcha la cuarta generación de políticas que, otra vez, hundirán a las mayorías populares en un mundo donde abunden las carencias y falten los derechos, que las dejará indefensas por el uso del Código Penal como disciplinamiento de sus dirigencias representativas y cuyos actos de rebeldía serán reprimidos sin clemencia.
Pero a pesar de todo, no tengo dudas que cuando una nueva dirigencia política, sindical y social asuma el legado de Perón, cuando el movimiento nacional y popular de despoje de los apostatas de sus principios, entonces si…
Renacerá mi pueblo de su ruina
Y pagarán su culpa los traidores