VERDE QUE TE QUIERO VERDE

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HABLEMOS DE DOLARES

Uno de los problemas recurrentes que tiene la economía argentina es la falta de dólares.

Cuando los dólares escasean para hacer frente a la importación de bienes intermedios y de capital que requiere la industria, para pagar los servicios financieros de deudas contraídas o para cubrir necesidades particulares se produce lo que en términos económicos se llama “restricción externa”.

Esta situación necesita una corrección devaluatoria de la moneda nacional, trae caída del poder adquisitivo de los ingresos fijos, aumenta la pobreza y muchas veces esta situación de crisis económica se traduce, también, en crisis políticas. (Entrega anticipada del gobierno en 1989, caída del gobierno en 2001.)

Los portadores de títulos económicos plantean en su gran mayoría, la necesidad de fomentar las exportaciones para conseguir dólares a como de lugar.

Nadie puede negar lo importante que es tener mayor capacidad exportadora y así generar la mayor cantidad de reservas que se pueda lograr.

Pero hagámonos esta pregunta: ¿nos faltan dólares porque no los conseguimos exportando?

Tomemos como periodo estadístico desde la recuperación democrática de la mano del presidente Alfonsín.

Desde 1983 hasta el año 2021 la Argentina tuvo un superávit comercial de 196,432 millones de dólares, habiendo heredado una deuda del primer ciclo neoliberal encarnado por la dictadura asesina, de 45.000 millones de dólares. (Ver INDEC- Inicio > Economía > Comercio exterior > Intercambio comercial argentino)

Es decir que, neteando la deuda heredada, aun tendríamos un superávit de 151.000 millones de dólares, lo que excusaría la toma de deuda externa innecesaria.

Sin embargo, las reservas existentes hoy en el Banco Central son, nominalmente, 43.000 millones, pero separando el swap con China y los DEG enviados por el FMI para pagar la deuda irracional que nos dejo el macrismo (mejor dicho, la deuda irracional que nos dejo la Alianza PRO-UCR-CC) queda como propiedad de los argentinos, entre Estado y particulares, un remanente de escasos 20.000 millones de dólares.

Pero lo mas ruinoso es que a ese faltante de 131.000 millones, que no están en caminos, ni diques, ni centrales energéticas, ni en baldosas) se le suma una deuda que en dólares representan, al 31/12/2021, 176.074 millones. (Ver INDEC, Inicio>economía>Cuentas internacionales>Balance de pagos, PII y deuda externa). No debemos olvidar que a este valor se llegó con los 104.000 millones con que Macri endeudó a la Argentina.

En 39 años de democracia han desaparecido de las manos argentinas 327.000 millones de dolares.

Entonces repito, bienvenido sean los aumentos de exportaciones, pero el problema a resolver en primer lugar no es fomentar la mayor generación de dólares. Es, sin ninguna duda, frenar la fuga de los dólares que entran.

Los argentinos y argentinas tenemos el derecho de saber adónde, y a través de quienes, se fueron esos dólares.

Y esa información es una obligación del Gobierno


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